Clarín: Reclaman ciudades sin violencia contra la mujer

Hay un ejercicio de poder de un sexo sobre el otro. Que se da en violencias privadas y públicas. En general, un hombre va a ser robado y golpeado; puede ser que hasta lo maten. Pero una mujer va a ser robada, violada, después golpeada y puede ser que la maten. Y esto genera temor". Así dice Ana Falú, Directora Regional de UNIFEM, el fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer. Falú estuvo la semana pasada en el país con el programa "Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para tod@s". El seminario se hizo en el Palacio San Martín y participó también Magdalena Faillace, de la Cancillería.

De eso, de la violencia contra las mujeres en las ciudades, hablan Falú y Olga Segovia, Coordinadora Regional de este Programa. "La violencia -dice Falú- no es igual para hombres y mujeres, para jóvenes y mayores. ¿Qué está pasando? ¿Hay un modelo de ciudad globalizada que la produce? ¿Tiene que ver con las drogas? ¿Con la pobreza? ¿Con un control social que se rompe y busca expresarse?".

Segovia y Falú calculan que este fenómeno, en América latina, empezó en los ’90, tras las dictaduras. "La violencia que se ejerce en la calle es masculina", dice Falú. "Y genera un miedo mayor en las mujeres. Tienen mayor temor al uso del espacio público a ciertas horas. No dejan de trabajar, pero sí de recrearse, o de hacer vida política. En el Gran Buenos Aires, en el Gran Rosario, las jóvenes no salen solas de noche…"

Según Falú "el hincapié hay que hacerlo en la desigualdad". Segovia precisa: "Ante la realidad de que la exclusión y la desigualdad van a seguir creciendo, ¿qué hacemos? Buscamos articular sectores".

Falú tiene un ejemplo: "Hay que tener política desde el ordenamiento territorial, desde la iluminación, hasta acciones: festivales, actividades colectivas, ferias públicas. Que permitan que mujeres, hombres, jóvenes, mayores, puedan encontrarse en esos espacios y reapropiárselos. Porque cuanta más gente se apropia del espacio público, más crece la seguridad". Cuenta Segovia: "Están trabajando arquitectas, con sociólogos, con políticos, para hacer un plano de una localidad que tome las necesidades de las mujeres".

Porque, dicen, la inseguridad no es la misma para varones y mujeres: "Históricamente, la mujer está vinculada al cuidado del hogar, como arquetipo. Eso se ha ido rompiendo. Pero hay un peso cultural respecto de cómo vivimos las mujeres los espacios y cómo los viven los hombres. Y la ciudad, como espacio físico, favorece a ciertos grupos. Si uno mira el transporte… ¿está hecho para qué? Para un hombre trabajador que va y vuelve a determinados horarios… "