Reunidos en el Museo de la Educación Gabriela Mistral, en Santiago de Chile, los días jueves 23 y viernes 24 de junio de 2016, las organizaciones de defensa de derechos y bienes comunes que componen la Asociación Chilena de ONG ACCIÓN, declaramos lo siguiente:
Somos organizaciones no gubernamentales de desarrollo, que actúan en el ámbito de lo público, en defensa de los derechos humanos, a saber, civiles y políticos, económicos, sociales y culturales, y del medio ambiente; así como de la nueva generación de derechos relativos a la diversidad, a los pueblos originarios y la madre tierra, así como también en defensa de bienes colectivos, comunes y públicos. Como Asociación de ONG buscamos transformaciones sociales reales a través de la incidencia política.
Nos sentimos parte de una ciudadanía que se ha manifestado pacíficamente en Seattle, en Porto Alegre, en París, en Londres, Madrid, en el mundo árabe, también en Brasil, y otros lugares de nuestro continente para defender la democracia y el conjunto de derechos reconocidos internacionalmente. Del mismo modo, también somos parte de quienes se han movilizado desde la lucha por la recuperación y profundización de la democracia, – y de quienes se han movilizado el 2006 y el 2011 para colocar una nueva agenda de cambios en el Chile actual. Somos parte activa de la ciudadanía regional latinoamericana y caribeña, del Sur Global de las OSC, comprometidos con el fortalecimiento del multilateralismo, la implementación participativa de la agenda de desarrollo sostenible, y la lucha contra la deuda, por un comercio justo, y por justicia fiscal y ambiental para los pueblos.
Uno de nuestros propósitos es promover el fortalecimiento del sector ONG, a fin de incidir políticamente en la construcción de un país inclusivo, con justicia social, democrático, y participativo. Somos un espacio autónomo, horizontal, diverso, independiente y auto organizado, que pretende para sí, una actoría política reconocida por la sociedad civil chilena.
Reconocemos que nuestro país enfrenta una crisis de carácter político institucional que afecta la credibilidad, confianza y afección de la ciudadanía con respecto al sistema político representativo existente en Chile, y que se manifiesta en un malestar ciudadano en el marco de un modelo de desarrollo neoliberal, basado en la privatización de los bienes comunes, el extractivismo, el consumismo y el individualismo. Este modelo neoliberal ha traído como consecuencias, entre otros problemas, la concentración de la riqueza y una profunda desigualdad social.
Considerando que nuestra organización adscribe a los principios de la democracia participativa, con reconocimiento especial de la asociatividad y los movimientos sociales, abogamos por la participación social vinculante en todos los niveles, sean estos locales, regionales o nacionales. En este marco, consideramos que el cambio de la Carta Magna es fundamental para fundar los pilares democráticos en nuestro país. Cambio que debe sostenerse a través del retorno al poder originario y soberano que es el pueblo, mediante una Asamblea Constituyente, único mecanismo legítimo y democrático para el cambio constitucional. En este contexto, relevamos la importancia del tejido social histórico y actual donde reconocemos experiencias constituyentes, que creemos debiesen ser considerados en el actual debate constitucional.
Asimismo, hoy, luego de 17 años de iniciada la discusión de la ley sobre participación ciudadana, promovemos vivamente su modificación, ya que la consideramos insuficiente. Trabajaremos por incorporar en ella los mecanismos de participación necesarios para el fortalecimiento de la democracia, considerando al menos los siguientes; fortalecimiento de las OSC entendida también como parte de la valorización y financiamiento de la democracia, consultas, diálogos y cabildos vinculantes, presupuestos participativos, descentralización, Defensoría del Pueblo, revocatoria de mandato, Iniciativa Popular de Ley y Plebiscitos en temas de interés público.
Como plataforma chilena del sector ONG hemos impulsado y hemos sido parte fundamental de alianzas de la sociedad civil a nivel regional y global que han contribuido a la concreción de nuevos acuerdos globales que proponen una nueva era para la acción de la comunidad internacional sobre temas transversales como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda para la Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento para el Desarrollo y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. Dentro del contexto de la implementación de estos acuerdos, seguiremos trabajando para que se cumplan totalmente y permitan construir un modelo de desarrollo con mayores niveles de equidad, de justicia y de protección de nuestro medio ambiente – además de establecer un nuevo paradigma en la relación entre la sociedad, sus instituciones y la ciudadanía.
Reafirmamos nuestro rol afincado en un pensamiento crítico y nuestra capacidad movilizadora. Nos comprometemos a ser un actor político propositivo, a promover el trabajo colectivo para fortalecer el tejido social desde las bases. Queremos avanzar en la construcción de una sociedad civil activa, afirmativa y convocante. Para estos cambios se requiere de un proyecto político que provenga desde la sociedad y combine esfuerzos de movilización social y de incidencia política real.
Hacemos un llamado a las organizaciones de la sociedad civil para realizar un trabajo de incidencia política tendiente a promover la democracia participativa, la defensa de derechos humanos y los bienes comunes a sumarse en alianza a nuestra red, en un esfuerzo de fortalecimiento de la sociedad civil organizada.
Las elites políticas y empresariales de nuestro país deben tener claro que no habrá restablecimiento de las confianzas -que tanto dicen anhelar- si el sistema institucional no reconoce a la ciudadanía en su variedad y riqueza como un actor protagónico de un ciclo político que debe comenzar. La ciudadanía ya no acepta placebos ni simulacros de participación, se requiere un acuerdo social que incluya a las organizaciones de la sociedad civil, los diferentes pueblos que habitan nuestro territorio, las diversidades, las comunidades locales, en sus intereses, demandas y propuestas. Solo así podremos avanzar conjuntamente en una alianza de actores que den soporte a un proyecto social y político que otorgue más justicia, más bienestar y democracia a todos quienes habitan este país.
Santiago, 24 de junio de 2016.