Jefe
de División de Política Habitacional del Ministerio de Vivienda, Jaime
Silva, señala que metodología usada no permite hacer la comparación
Gobierno critica estudio que vincula viviendas sociales con altas tasas de violencia familiar
Mauricio Aguirre
El
Ministerio de Vivienda cuestionó el estudio de la Corporación de
Estudios Sociales y Educación (Sur), donde se plantea que el
emplazamiento de las poblaciones de viviendas sociales coincide con las
zonas que concentran la mayor denuncia de violencia intrafamiliar en
Santiago.
La
investigación consistió en analizar 489 conjuntos habitacionales, con
un total de 202.026 viviendas, financiados por el Minvu entre 1998 y
2001. Además del alto número de denuncias por violencia intrafamilar,
se plantea que los principales problemas para los habitantes de las
viviendas sociales son la calidad de las casas, la densidad territorial
y la ubicación geográfica de ellas, las cuales han generado descontento
entre los habitantes, quienes anhelan cambiarse de residencia.
El
jefe de la división de Política Habitacional de la cartera, Jaime
Silva, sostuvo que la metodología utilizada no permite desglosar en qué
sectores de las comunas analizadas se produjeron las denuncias por ese
tipo de delito. «Las cifras de denuncias por cada mil habitantes se
refieren a las registradas en todo el territorio comunal. Por lo tanto,
no se puede saber si hay más denuncias en los sectores donde existen
viviendas sociales que en el resto de la jurisdicción», explicó.
No
obstante, Silva reconoció que no es «extraño» que el mayor número de
denuncias por violencia familiar se produzca en esos sectores de
menores ingresos, ya que en ellos existe una mayor densidad
habitacional que en otros barrios, aunque aclaró que los problemas de
violencia intrafamiliar se perciben mucho más en aquellos de menos
recursos, lo que no significa necesariamente que la violencia sea
mayor. «Es claro que en un departamento de un condominio social las
situaciones de este tipo quedan más en evidencia que en una vivienda de
lujo del sector alto, aislada y protegida del vecindario», dijo Silva.
Respecto
del grado de satisfacción que tienen los pobladores de las viviendas
sociales, el jefe de la unidad ministerial también rechaza los
resultados del estudio de la corporación. Según estudios encargados en
2000 y 2002 por la cartera sobre ese tema, presentan un alto grado de
satisfacción.
«El
2000, un 73% de los vecinos calificaba con nota satisfactoria las
viviendas A y B (de uno y dos pisos), mientras un 61% lo hacía de esta
forma con las de tipo C, es decir, los departamentos. Pero en 2002,
esas cifras subieron a 87% y 79%, respectivamente.